INERCIA Y DESCONEXIÓN, RAZONES DE LA DERROTA DE MESA

INERCIA Y DESCONEXIÓN, RAZONES DE LA DERROTA DE MESA

La inercia y la desconexión con las clases populares  fueron las principales causas de la derrota de Carlos Mesa en las elecciones nacionales, coinciden dos analistas políticos.

De acuerdo a los resultados de conteo rápido, presentados la madrugada de ayer por la empresa encuestadora Ciesmori y Tu Voto Cuenta de Jubileo, encabezada por la Fundación Jubileo, Mesa logró alcanzar el 30% , mientras que el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, obtuvo el 52% de los votos.

“Ciertamente, las actitudes que desembocaron en el resultado de las elecciones fueron evidentes, aunque no esperaba el final que se presentó. Nunca vi un trabajo compacto, nutrido, democrático de parte de Comunidad Ciudadana”, dijo el analista Diego Ayo.

Ayo agregó la falta de una conexión entre Carlos Mesa y los sectores populares jugaron en contra del candidato y que esta lejanía se debió a una estrategia mal planteada.

“Esta desconexión con los sectores populares se debió a una estrategia electoral mal planteada, el aislamiento del líder fue grotesco y eso se vio amplificado por el relato del MAS de ‘ustedes son  racistas y  nosotros los buenos’”.

Por su parte, el politólogo Marcelo Arequipa coincidió con Ayo en señalar que la falta de acercamientos entre Mesa y los sectores populares terminaron jugando en contra del candidato y además señaló que su derrota en las elecciones no hubiera podido ser remontada si Mesa pactaba un frente único con el candidato de Creemos, Luis Fernando Camacho, y el resto de la oposición al MAS.

“El fracaso de CC no se debe a Camacho, más bien se debe a que desde el año pasado Carlos Mesa no remontó casi nada en las encuestas de intención de voto, es decir no sumó significativamente su porcentaje de votos a su favor”, indicó.

El experto además afirmó que por inercia en la campaña de Mesa se generaron dos situaciones que, finalmente, significaron la derrota del candidato de CC. “Primero, al no haberse acercado al bloque popular del occidente, y segundo, al no haber sabido articular una posición política y legítima con el oriente de Bolivia, entonces no se ha articulado, sino lo que ha hecho es esperar  a que todos giren a su alrededor y ha esperado a que todos se unan con él, con eso está demostrado claramente que esa no fue la estrategia correcta”.

Punto de vista
Gonzalo Rojas Politólogo y docente
“No es  consuelo, es  conclusión”

Los resultados no oficiales conocidos al final del mismo día de las elecciones entregaron un sorprendente escenario. 

No era novedad la fortaleza del MAS ni las dificultades de crecer de CC, que pese a su notable desempeño en 2019 esta vez competía en el campo no masista con Creemos, encabezado por Fernando Camacho, muy fuerte en Santa Cruz. Y así se mantuvo. Dado que Santa Cruz tiene un padrón electoral comparable al de La Paz, eso solo ya cambia la ecuación de octubre del año pasado.

Y la reemergencia de nuestros viejos zombies, los del racismo de un lado y del otro. Y los del regionalismo. Ambos operan para la escisión social  y refuerzan las lealtades primarias. 

Mientras juzguemos a los candidatos y candidatas con esas varas no hay manera de generar mayorías democráticas, aquellas que se configuran en el mundo de las opiniones argumentadas y razonadas, no en el mundo ideal de perfectos académicos sin pasión, sino de hombres y mujeres capaces de plantar cara por su convicciones y reconocer en el otro y la otra impulsos y legitimidad comparable a la propia. 

Por eso tenemos un ganador, el MAS, que indudablemente es popular, pero no democrático. No es un consuelo, es una conclusión, porque en democracia entra en juego algo más que la aritmética y el espacio público actual no da para mucho más.

Página Siete