
Estuvo ante el foro de los Países en Desarrollo sin Litoral para ratificar la postura del Estado sobre la demanda de mejores condiciones de acceso al mar y también asistió a una cumbre climática y de defensa de la democracia global.

En su última incursión internacional como jefe de Estado, el presidente Luis Arce ratificó, en el escenario de la ONU, la postura diplomática que marcó el largo periodo del MAS en el poder, con un respaldo a Nicolás Maduro, cuyo mandato en Venezuela no fue desconocido por la Unión Europea y por casi todos los países de América Latina. En Sudamérica, sólo Bolivia lo reconoce.

La postura del mandatario boliviano saliente fue expuesta en la reunión de alto nivel “En defensa de la democracia: luchando contra el extremismo”, que es uno de los espacios que se realiza en el marco de la 80° Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Arce, en su discurso puso en el tablero dos tipos de democracia: la representativa y la participativa. Según su visión, “lo que está en peligro es la democracia liberal o representativa” dominada por la burguesía, frente a la “democracia participativa”, que siempre bajo su percepción, es efectiva porque visibiliza a sectores populares, vela por la soberanía del Estado y protege los recursos naturales.
Entonces, la pugna según el jefe de Estado saliente es por ver cuál de ambas ‘democracias’ impera en la región y hasta usan la actividad ilícita del narcotráfico para atentar a la denominada “democracia participativa”.

“Por eso declaran guerras comerciales (…) emplean el pretexto del narcotráfico para atacar militarmente embarcaciones civiles, pesqueras de países en la que el gobierno goza de gran respaldo popular”, dijo Arce en alusión a la tensión que existe entre en Venezuela y Estados Unidos, hace más de un mes.
Su último viaje
La noche del martes 23 de septiembre, Arce en el hangar presidencial en la ciudad de El Alto, entregaba por última vez el bastón de mando al vicepresidente David Choquehuanca, antes de abordar el avión presidencial, el FAB 001, con destino a Nueva York, Estados Unidos, donde lo esperaba únicamente la canciller Celinda Sosa.
Apenas pisó suelo estadounidense, el jefe de Estado saliente cumplió una agenda intensa y apretada de actividades y reuniones, todo en el marco de la Asamblea General de la ONU que celebra este año su aniversario 80.
Es así que Arce, quien dejará el poder en 43 días, también reiteró la tradicional postura del país respecto a la demanda de facilidades para el ‘Grupo de Países en Desarrollo sin Litoral para el bienio 2025-2026” bloque que Bolivia preside.
“Los Países en Desarrollo Sin Litoral no pedimos caridad ni tratamiento especial, simplemente pedimos un tratamiento justo. No buscamos privilegios, buscamos igualdad de oportunidades para desarrollar nuestro potencial”, afirmó el mandatario boliviano.
En esa línea, indicó que ahora se necesita el apoyo sostenido de todos los Estados Miembros de Naciones Unidas para asegurar que esta década “sea verdaderamente transformadora” para los más de 560 millones de personas que viven en Países Sin Litoral.
“Juntos podemos lograr que estar Sin Litoral no signifique quedarse atrás en un futuro más próspero, sostenible, inclusivo y resiliente”, reflexionó.
Bolivia, no obstante, demanda un acceso soberano al mar. La Constitución incluyó este pedido desde 2010 y entre 2012 y 2018 llevó el caso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Aunque en el último decenio, Bolivia gobernada por el MAS, enfrentó dos de sus más grandes derrotas internacionales tras que Evo Morales (2006-2019) presentó demandas ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya contra Chile, bajo el supuesto de que este país está obligado a negociar con Bolivia un acceso soberano al mar. El fallo fue contrario a la aspiración centenaria de Bolivia. Lo mismo pasó con la demanda por las aguas del Silala.
Además, Arce el saliente jefe de Estado boliviano también participó en la Cumbre del Clima, evento en el que reiteró que “el paradigma occidental, capitalista y antropocéntrico ha puesto a la humanidad frente a la mayor amenaza de su historia: la crisis climática; creando una realidad en la que, paradójicamente, los países en desarrollo, que no somos los culpables, sufrimos los impactos más graves”.
En el intermedio de estos foros, Arce se reunió con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente Ramírez. “Evaluamos el avance de la cooperación entre nuestros países y manifestamos la necesidad de fortalecer la hermandad entre nuestros pueblos”. También se reunió con la Alta Representante de la Oficina para los Países menos Adelantados, Países en Desarrollo sin Litoral y Pequeños Estados Insulares, Rabab Fátima.
