Los conductores, desesperados por abastecerse, narran que deben esperar hasta durante cinco horas, e incluso, deben recorrer múltiples puntos para encontrar algún surtidor con disponibilidad.
Este lunes Bolivia inicia su cuarta semana de bloqueos en varias regiones, lo que ha agudizado el desabastecimiento que ya existía de combustible en ciudades como Santa Cruz y en el eje troncal del país. Las filas para conseguir diésel y gasolina en las estaciones de servicio de Santa Cruz son interminables, con vehículos de dos y cuatro ruedas que rodean hasta dos manzanos en alrededores de algunos surtidores de la denominada ‘Ciudad de los Anillos’.
Los conductores, desesperados por abastecerse, narran que deben esperar hasta por cinco horas, e incluso recorrer múltiples puntos para encontrar algún surtidor con disponibilidad.
Las autoridades de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) atribuyen el problema a los bloqueos y, a través de un comunicado emitido el fin de semana, señalaron: “Este bloqueo impide abastecer a nuestras plantas de almacenaje y normalizar completamente el despacho de combustibles a nivel nacional”.
Mientras tanto, el conflicto se enmarca en una disputa política: los bloqueos, organizados por sectores afines al Movimiento al Socialismo (MAS) y en respaldo al expresidente Evo Morales, se producen en rechazo a los procesos judiciales en su contra, argumentando que se trata. de una persecución política impulsada por el gobierno de Luis Arce.
Con 22 días de paralización en varias carreteras, el país enfrenta un desabastecimiento crítico de insumos, especialmente de combustible, mientras crece la demanda de una solución que ponga fin a la crisis.