Este martes 12 de noviembre se cumplen 12 años de la asunción de Jeanine Áñez como presidenta de Bolivia interina. La exmandataria recordó la fecha con un mensaje con el cual defendió sus actos y ratificó que actualmente es una presa política.
«Asumí mi deber y volvería a hacerlo por la democracia y la libertad», afirmó Áñez mediante redes sociales.
En 2019, Áñez era la segunda vicepresidenta del Senado y asumió la presidencia del Estado ante la renuncia de Evo Morales, Álvaro García Linera, además de la presidenta y el vicepresidente primero de la Cámara Alta.
Recordó que en ese entonces se acordó una «sucesión constitucional», tras la renuncia y huida de Evo Morales, con mediación de la Iglesia y la participación de dos expresidentes y parlamentarios del MAS y de la oposición.
Señaló que asumió su deber por amor a Bolivia, puesto que el pueblo era víctima de la violencia de «grupos armados masistas».
«El amor es más grande que el odio y a los culpables del fraude, abandono de funciones y caos, les llegará la Justicia», advirtió.
Añez actualmente tiene una sentencia de 10 años de cárcel, después de que la Fiscalía le acusó de haber asumido la presidencia de manera irregular. Además enfrenta otros procesos como del caso «Golpe I», Senkata y Sacaba.
Denunció que es un «trofeo y presa política del régimen del MAS», pero su fe y espíritu no serán quebrados.
«Soy inocente: Amo a mi país, resisto cada día, lucho por la unidad que erradicará al régimen del MAS que nos condena a la división entre bolivianos y al socialismo totalitario y empobrecedor», agregó.
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