El papa Francisco anunció que se vacunará contra el coronavirus “la semana que viene”, y denunció, en una entrevista televisiva difundida parcialmente el sábado, el “negacionismo suicida” de los que se oponen a ese remedio contra la pandemia.
“La semana que viene empezaremos a hacerlo (vacunarse), ya tengo mi cita”, dijo a la cadena Canale 5. “Hay que hacerlo”, insistió el pontífice argentino, para quien “hay un negacionismo suicida que no consigo explicar”.
“Creo que desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros”, explicó en esa entrevista.
Y agregó: “Cuando yo era chico, me acuerdo de la epidemia de la poliomelitis, a causa de la cual muchos niños quedaron paralizados y todo el mundo esperaba ansiosamente una vacuna (…) Cuando llegó la vacuna la daban con azúcar”.
“Luego crecimos a la sombra de las vacunas, contra el sarampión, contra esto, contra aquello… vacunas que se daban a los niños (…) No sé porqué algunos dicen: ‘No, la vacuna es peligrosa’. Pero si los médicos la presentan como algo que puede ser bueno, que no presenta riesgos particulares, por qué no hacerlo”, cuestionó.
El pasado 2 de enero, el Vaticano había anunciado que comenzará su campaña de vacunación contra el COVID-19 a mediados de enero y que, en la misma, tendrá prioridad el personal sanitario y de seguridad pública, las personas mayores y los trabajadores en contacto con el público.
“La campaña de vacunación contra el coronavirus comenzará en los próximos días dentro del Estado de la Ciudad del Vaticano. Se espera que las vacunas lleguen en la segunda semana de enero, en una cantidad suficiente para cubrir las necesidades de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad de Vaticano”, explicó la Santa Sede en un comunicado.
Para la conservación de las dosis, se compró un refrigerador de temperatura “ultrabaja”.
El Vaticano ha aplicado una serie de medidas de prevención de contagios y las celebraciones de las Navidades se celebraron sin fieles.
A finales de octubre, se decidió que las audiencias generales de los miércoles del papa Francisco volverían a ser sin fieles y a ser retransmitidas por Internet desde la biblioteca del palacio apostólico, después de que se detectara un caso de coronavirus en la que se celebró el 21 de octubre.
Agencias