La comunidad de Saicán, vive momentos de alta tensión debido a nuevos enfrentamientos con empresas petroleras. A pesar de la resolución comunitaria que prohíbe cualquier tipo de actividad en la zona para proteger la biodiversidad, trabajadores de Petrobras habrían ingresado nuevamente al territorio realizando trabajos de relevamiento de datos.
La situación se agravó ayer, Día de la Mujer Boliviana, cuando YPFB y Petrobras, acompañadas de un fuerte contingente policial y civiles movilizados por las empresas, habrían hostigado y avasallado la vigilia que los comunarios de Chiquiacá, en su mayoría mujeres que se mantienen en Saicán para defender sus derechos.
Hace apenas tres días, YPFB inició un proceso penal contra 21 defensores ambientales de las comunidades de Chiquiacá, lo que evidencia una escalada en la represión contra quienes se oponen a la explotación de hidrocarburos en la zona.
Esta situación no es aislada y se inscribe en un contexto más amplio de conflictos socioambientales en Bolivia. La explotación de hidrocarburos en áreas protegidas y comunidades indígenas ha generado históricamente tensiones y enfrentamientos, poniendo en riesgo tanto la biodiversidad como los derechos de los pueblos originarios.