
Nicolás Placci (44) pudo regresar a la casa de su familia el 19 de enero, tras un proceso judicial que duró 15 años. La vivienda, o lo que queda de ella, estuvo usurpada más de cuatro décadas, habiéndose ocupado luego de que sus padres fueran secuestrados y desaparecidos durante la última dictadura argentina (1976-1983). Cuando llegó, el lugar parecía una zona de guerra: «El grado de destrozos que encontré me hace pensar que fue realizado a propósito, con saña y odio», le dice a RT, todavía sorprendido.
El inmueble se encuentra en la calle Quintana al 908, en el partido de San Martín, Provincia de Buenos Aires. Hace mucho tiempo, allí se mudaron Eduardo Daniel Placci y Alba Noemí Garófalo, dos jóvenes que apenas superaban los 20 años y militaban en Montoneros, una agrupación guerrillera ligada al movimiento peronista y surgida a inicios de los 70, cuando los partidos políticos fueron prohibidos en otro período dictatorial.
Los papás de Nicolás se habían conocido haciendo acciones sociales en barrios humildes de la provincia de Santa Fe. Tener visiones del mundo parecidas ayudó a que su amor fuese inevitable: se casaron en 1975 y en mayo del año siguiente nació el entrevistado.
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