Evo Morales y sus organizaciones sociales aliadas expresaron su predisposición de acudir al diálogo, convocado por el Defensor del Pueblo, sin embargo, pusieron unas condiciones, como el desarme y repliegue de los «grupos de ataque», que tendrían el objetivo de agredir a la marcha que llegó a la ciudad de La Paz.
En una carta de respuesta, dirigida al defensor del Pueblo, Pedro Callisaya, la mañana de este lunes, la facción «evista» del MAS manifestó que resulta «contradictorio» que el defensor haya emitido la convocatoria «solo cuando estamos cerca de llegar a La Paz, sin haber convocado primero al Gobierno». Además, pidió que Callisaya primero inicie el diálogo con el Gobierno, para luego convocar al denominado Estado Mayor del Pueblo, pero con ciertas condiciones.
También se pide «retirar a los 6.000 efectivos policiales movilizados que se encuentran apostados en la localidad de Ventilla y en las proximidades del ingreso a la ciudad de El Alto». Y se insta a «desarmar y replegar a los grupos de ataque, integrados por barras bravas y grupos de choque, que tiene como tarea acciones paramilitares con el objetivo de atacar a nuestra marcha pacífica».
En la misiva, firmada por Morales y dirigentes de sus sectores sociales aliados, se cuestionó que el Defensor de Pueblo no se haya pronunciado ante las «graves y temerarias acusaciones» que hizo el Gobierno, tras haberlos vinculado a afanes golpistas y que responden solo a intereses personales. «Nunca hemos cerrado las puertas al diálogo. De manera reiterada, hemos planteado la necesidad de un Encuentro Nacional por la Economía, pero hemos sido ignorados. Aun así, no renunciamos a la posibilidad de diálogo», señalaron.
Tras varios incidentes y luego de partir desde la localidad de Caracollo el 17 de septiembre, la denominada «Marcha para salvar Bolivia» llegó este lunes a la ciudad de La Paz, con el objetivo de buscar la atención a sus demandas.