

El Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de Tarija reportó un incremento en el número de niños de entre 8 y 12 años que ingresan al hogar “Sagrada Familia”, la mayoría provenientes de familias disfuncionales y entornos marcados por la violencia y el consumo de alcohol. La institución advierte que esta situación refleja un deterioro preocupante en las condiciones de crianza y protección de la niñez tarijeña.

En diálogo con El Guadalupano Periódico Digital, la directora del Sedeges, María Esther Valencia, explicó que los menores llegan al centro tras ser rescatados o derivados por las autoridades competentes, al evidenciarse la vulneración de sus derechos básicos. “Continuamente están ingresando niños de 8 a 12 años porque provienen de familias disfuncionales donde se les niega el derecho a la alimentación, a la salud y a la educación”, sostuvo.

Valencia señaló que muchos de estos casos están vinculados a problemas estructurales como la pobreza, el abandono y la violencia intrafamiliar, que afectan el desarrollo físico y emocional de los niños. “En algunos hogares los padres o tutores no brindan un entorno seguro. El consumo de alcohol, la falta de trabajo y los conflictos familiares terminan generando situaciones de riesgo para los menores”, detalló.

Ante esta realidad, la directora del Sedeges destacó que se cuenta con equipos multidisciplinarios conformados por psicólogos, trabajadores sociales y educadores que trabajan en la atención integral de los niños y en la reorientación de las familias. “La idea no es separarlos, sino que las familias logren transformarse en entornos protectores que garanticen el bienestar de sus hijos”, afirmó.
Asimismo, Valencia enfatizó la importancia de la prevención y la corresponsabilidad social, instando a la población a denunciar los casos de maltrato o abandono. “La protección de la niñez no solo es tarea del Sedeges o del Estado, sino de toda la sociedad. Necesitamos que las comunidades estén atentas y colaboren para evitar que los niños lleguen a estas situaciones extremas”, remarcó.

Finalmente, la autoridad reiteró el compromiso del Sedeges de fortalecer los programas de reintegración familiar y acompañamiento psicológico, con el propósito de devolver a los menores un entorno de amor, seguridad y respeto. “Trabajamos para que cada niño tenga la oportunidad de volver a su familia, pero a una familia sana, consciente y capaz de protegerlo”, concluyó Valencia.