

El gobernador de Tarija, Óscar Montes, negó categóricamente haber cometido alguna falta o delito electoral y calificó las denuncias en su contra como un intento de amedrentamiento político. La autoridad departamental sostuvo que no existe ninguna prueba que respalde las acusaciones y que estas acciones responden a un uso abusivo del poder.

En diálogo con El Guadalupano Periódico Digital, Montes afirmó que las denuncias carecen de fundamento y que la verdad es evidente ante los ojos de la población. “La verdad está manifestando a gritos, a gritos. Ustedes ven todos los días las intervenciones que tienen, por lo tanto no hay ninguna falta electoral”, declaró.

El gobernador remarcó que este tipo de acusaciones buscan callar su voz y debilitar su posición política, comparando la situación con épocas pasadas en las que, según dijo, la justicia era utilizada con fines partidarios. “Me parece que es una manera de querer amedrentar, de querer usar de manera abusiva un cargo que todavía ni siquiera tiene. Ya se recuerda a doña Lidia Patti, que era la que denunciaba a cargo del MAS. Yo creo que esa época ya pasó”, expresó.

Montes también destacó que actualmente existen señales claras de que la justicia boliviana no puede ser utilizada como un instrumento de persecución política. “Ayer ustedes han visto al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, lo veo de la decana, que es una tarijeña, donde dijo que ya nunca más la justicia va a ser utilizada para persecución política”, señaló.
El gobernador reiteró su inocencia y transparencia, asegurando que no existen pruebas en su contra. “No tiene ninguna prueba porque yo no he cometido ningún delito electoral, ningún”, enfatizó, insistiendo en que no tiene nada que ocultar.

Finalmente, Montes denunció que estas acciones forman parte de una estrategia de intimidación política impulsada por sus detractores. “Lo que están buscando es amedrentar, pretender callarme, pero todo el pueblo de Tarija lo conoce a Rodrigo Paz y ahora Bolivia lo está conociendo”, concluyó.