
En un nuevo informe de perspectivas económicas 2025/2026, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) actualizó este jueves la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los países de la región y rebajó al 1% la estimación para Bolivia este año.

En comparación, su anterior informe, emitido en agosto, proyectaba un crecimiento de 1,5% de la economía del país para 2025.

“En 2025, la mayor duración de épocas de desaprovisionamiento de combustible e insumos, al igual que la escasez de divisas, tensión social y política al alza y cotizaciones menos favorables para los minerales de exportación, determinarían un crecimiento del PIB próximo a 1,5%”, señaló la Cepal en su informe publicado el 5 de agosto.

La expectativa para el próximo año es aún peor, debido a que la Cepal prevé que la economía boliviana crezca solo en un 0,5%, estimación inferior a la de hace dos meses y dos semanas cuando era de 1,1%.

El porcentaje de crecimiento de Bolivia, del 1%, es el más bajo de Sudamérica y, a escala regional, es solo superior al de México (0,6 %), Cuba (-1,5 %) y Haití (-2,3 %), por citar algunos
Venezuela (6%), Paraguay (4,5%) y Argentina (4,3%) liderarán el crecimiento económico este año, según las nuevas cifras de Cepal, seguidos de Panamá (4,1%), Costa Rica (3,8%), Guatemala (3,7%), Honduras (3,3%) y República Dominicana (3,4%).
En el medio de la tabla se encuentran Perú (3,2%), Nicaragua (3,1%), Ecuador (3%), El Salvador (2,8%), Chile (2,6%), Brasil (2,5%), Colombia (2,5%) y Uruguay (2,3%).
Revisión al alza para el conjunto de la región
La nueva estimación para 2025 representa una revisión al alza respecto al 2,2% previsto en el Estudio Económico de América Latina y el Caribe 2025, publicado el 5 de agosto pasado. Esta sería la segunda revisión al alza desde abril, cuando la previsión del crecimiento regional fue de 2,0%.
Con esta actualización, la expectativa del crecimiento regional es igual a la presentada en diciembre de 2024 (2,4%).
En un comunicado de prensa, el organismo regional de las Naciones Unidas señala que este ajuste en las proyecciones refleja un entorno internacional menos adverso que el previsto en abril, pero no altera el diagnóstico de fondo: el impulso externo al crecimiento se ha desacelerado y la región sigue creciendo a un ritmo bajo.
Para salir de esta situación es necesaria una transformación productiva más acelerada que impulse el crecimiento económico y la productividad, diversifique las economías y genere más y mejores empleos.
